La Quiaca 17 de mayo 2021 // Aun antes de la oficialización de las listas que la Justicia Electoral realizará hoy a partir de las 24.00 hs, los candidatos a concejales Fabián Rivera, Amelia Velázquez y Cornelio Tintilay, ya comenzaron a visitar los hogares de la ciudad, pueden hacerlo anticipadamente porque sus candidaturas son consecuencia del ejercicio democrático del congreso del partido vecinal; no están sujetos a tachas u objeciones por acuerdos políticos foráneos; pero el hecho más importante que destaca a este sector, es su trayectoria impregnada de conquistas y obras en beneficio de los quiaqueños: no llegan con las manos vacías.
Uno de los vecinos que recibió a los concejales es el Sr. Roberto Farfán, quien no dudó en resaltar la labor del Partido Quiaqueño: “Hay que elegirlos porque es un partido con un recorrido importante, tienen una base integrada por diferentes sectores, donde las demandas son escuchadas,” mencionó Farfán un vecino de las 30 Has; quien agregó: “les pido a quienes asumirán como concejales que motoricen la construcción de la Escuela de Minas, reestablezcan la conectividad en todas las escuelas y se ocupen de ampliar la oferta universitaria; logros que ya comenzaban a palparse pero la nueva gestión destruyó; les pido humildad a los candidatos, pero también humildad a los vecinos; no podemos tropezar con la misma piedra dos veces; no repitamos con otro Blas Gallardo; nuestra juventud necesita herramientas como la educación, es el único camino para darles un porvenir en una región tan postergada; las elecciones no son un juego, tampoco la ocasión para descalificar por descalificar, sin asumir criterios responsables para elegir nuestro destino,” afirmó Roberto Farfán.
Los candidatos visitaron diferentes barrios y circuitos públicos, llevando consigo una síntesis gráfica –revista- donde se constata las obras logradas por el Partido Quiaqueños.
La entrega del material no es un suvenir, ni un panfleto, es la prueba cabal de todo aquello que la fuerza vecinal puede lograr, esa es la razón por la cual los candidatos tienen la altura moral para llamar a las puertas de cada hogar quiaqueño, como también los vecinos manifiestan respeto por aquellos que serán sus servidores.