Jujuy 10 de febrero 2021 // Finalmente se confirmó el despido de la periodista y conductora Mariana Paredes de Radio Nacional La Quiaca LRK16; la técnica en comunicación social, tras cinco años vinculada a la emisora estatal fue separada del plantel profesional, porque se desempeñaba en otro horario en un medio crítico al Intendente de esa localidad Blas Gallardo.
El Director Carlos Rivero en un gesto disciplinador –hoy delictivo-, no le renovó el contrato, ya que Paredes no dejó de prestar servicios en una empresa cuya editorial incomoda al kirchnerismo quiaqueño. Paredes fue puesta en una disyuntiva; fue presionada a dejar el medio cuestionado por Rivero, quedando vulnerable ya que los pagos en ambas instituciones están lejos del mínimo vital, por lo cual su marginalidad la llevó a padecer una verdadera encrucijada; tortura que se encuadra en las conductas de abuso de autoridad y violencia de género que la Ley Micaela impone a los funcionarios públicos de los tres poderes, pero que en la LRK 16 de La Quiaca se practica con total impunidad.
Se espera que La Directora de Radio y Televisión Argentina RTA Rosario Lufrano, intervenga de inmediato y revierta una medida absolutamente política, cobarde y sectaria que coarta los derechos adquiridos de una mujer del periodismo jujeño.
Desde la emisora, su Director Carlos Rivero, habría asegurado a sus padrinos políticos, que RTA ordenó recortar gastos, hecho que de ninguna manera fue ordenado desde la administración central, según nuestra información; refiriéndonos a posibles bajas de personal contratado.
El despido se realizó en tiempos de pandemia, violando el decreto presidencial aún vigente, dejando a una trabajadora jujeña desamparada, porque la misma no claudicó a sus convicciones profesionales de informar la verdad en un medio público –todos pagamos sus sueldos-.
Paredes en una primera etapa, durante la nueva gestión a cargo de Carlos Rivero, fue censurada al quedar sin aire un programa que ya era habitual en la Puna, el cual ella conducía. Los contenidos no tenían editoriales políticos, el mismo lo había consolidado con mucho esfuerzo y profesionalismo, luego quedó circunscripta a tareas de redacción, impedida de sostener su aporte profesional.
Llama la atención el silencio de los trabajadores de RTA, la ausencia de solidaridad, como también las vacilaciones de los sindicatos, quienes tomaron conocimiento del abuso de poder pero evitaron acciones de carácter judicial hasta la fecha, avalando el despido de la periodista Mariana Paredes.
Se espera que FOPEA alertada por el hecho que padeció la periodista jujeña, pida explicaciones a Rosario Lufrano y al Ministro de Cultura de la Nación Tristán Bauer.