8 de noviembre 2021 // El Sindicato de Taxis de la ciudad de La Quiaca, durante varios minutos impidió que los concejales Hugo Barros y Sara Aranda ingresaran al recinto a cumplir con sus tareas constitucionales. Tras varios minutos acordonados en el ingreso, fue necesaria la intervención de las fuerzas policiales, quienes instaron a deponer la medida coercitiva, la cual constituye un grave delito; los referentes desistieron, dejando liberada la entrada al recinto.
El veto aplicado a la creación de La Cooperativa de Taxis compartidos, implica la insistencia del proyecto por parte de la mayoría de los ediles que en su momento aprobaron tal ordenanza.
Desde el sindicato, en varias ocasiones manifestaron que ese tipo de emprendimientos ya fracasó; sin embargo, los mineros desempleados pidieron una oportunidad; “que sea el mercado quien determine nuestro error de inversión o no” habían señalado. Cabe la siguiente reflexión, si vaticinan un fracaso, ¿porque se oponen a que entre en vigencia el nuevo servicio en La Quiaca? O acaso temen que, en un contexto inflacionario, la modalidad que ofrecen los 25 ex mineros permita un alivio al bolsillo de los quiaqueños, convirtiéndose en una preferencia, que desnudaría que hay un cobro elevado de tarifas en la actualidad.
Hoy los trabajadores del actual sistema de transporte se equivocaron, cometieron un delito al impedir el acceso y tratar de condicionar la agenda de los concejales electos democráticamente; la intervención de las fuerzas del orden restableció la posibilidad que se celebre la sesión especial.
Los ex mineros, recibieron en su momento el apoyo del Intendente Blas Gallardo, como también de los concejales opositores, quienes dieron iniciativa legislativa hasta obtener la ordenanza. Hoy cuando realizaron la toma del CD, dejaron de cumplir con el servicio público de transporte de pasajeros, hecho que merece una sanción ya que los pasajeros deben contar con el servicio.
Nadie puede ignorar que las fuentes de trabajo son escasas; podría haber sin dudas dificultades laborales por una ampliación de ofertas de transporte público, es una situación hoy hipotética que solo el mercado podrá determinar; pero sin dudas habría un beneficio para los usuarios de taxis y remises; pudiendo haber un ecosistema donde todos los servicios se complementen, llegando a un régimen de convivencia donde los usuarios premien la calidad de los servicios, como también permitir desde la competencia que las tarifas se adecuen al nivel de crisis social que se vive.
Sin dudas la ciudad de La Quiaca demanda urgente actividades e iniciativas que fomenten nuevos puestos de trabajos, tal vez sea hora que la comunidad discuta la relevancia de la Zona Franca como un camino hacia el asentamiento de centenares de inversores y la llegada de miles de compradores, permitiendo el resurgir comercial en uno de los principales pasos de frontera del país, tal vez la solución está al alcance de las manos y oscuras vendas sectarias por ahora impiden acceder a una solución racional.