Las hojas del almanaque cayeron sin solución de continuidad. Atrás quedó 2022 y, en el tránsito, un esfuerzo descomunal de todos y cada uno de nosotros, movilizados por nuestro natural anhelo de prosperidad, pasión por Jujuy y determinación sin par para recrear el espíritu de sacrificio y entrega legado por nuestros antecesores que escribieron la historia en 1812.
Así, llegamos a la antesala del cierre de un ciclo y, en el mismo parpadeo, la renovación de expectativas y esperanzas a partir de metas claras que entremezclan nuevos desafíos, la búsqueda incansable de oportunidades y los objetivos que quedaron en el tintero a la espera de nuevos bríos.
Los jujeños tenemos motivos sobrados para seguir creyendo y sostener la fe y el optimismo y no se hace referencia exclusiva al estallido de emociones que dejó la obtención del título mundial en Qatar y el sentido de unidad que invadió a los argentinos, sino al valor de haber sabido sufrir, de ser modelo de resiliencia, de asumir el desafío de ponernos de pie, de haber enarbolado las banderas de la solidaridad, de haber elegido con coraje la Paz, de haber hecho gala de la decisión y vocación de superación. Es así que volvimos a caminar con la frente en alto, porque hemos sabido llevar a las alturas el orgullo de ser jujeños y ahora nos aprestamos a desplegar alas y, en libertad, volar con destino a un futuro diferente, mejor, el que merecemos por historia y por valor propio.
Para ello, hay un plan de vuelo, una hoja de ruta, con escalas nítidas y destino preciso. La historia dirá que Jujuy primero se pacificó, luego recuperó el respeto por la Ley, se tornó desarrollista y se atrevió a bucear en las aguas de la innovación. En este contexto, se materializó la transformación de la matriz productiva, con una sólida y fundada apuesta al litio, las energías renovables, el turismo, el cannabis medicinal, las zonas francas, el hidrógeno verde, los parques industriales y la economía del conocimiento. Ahora, la nueva fase, tiene como Norte la generación de trabajo genuino, herramienta principal para dar lucha a la pobreza.
Con inquebrantable decisión, Gerardo Morales asentó las bases políticas, institucionales, sociales y económicas para dar paso a la construcción de un Jujuy con empleo, desde un gobierno que sostuvo políticas de Estado que continuarán vigentes.
Con el alumbramiento de 2023, se inicia el tiempo de más y mayores volúmenes de inversión en producción primaria seguida de industrialización, abrazadas a la investigación y el desarrollo tecnológico, en el marco de una estrategia que le sonríe a los indicadores de empleo genuino. Es que hoy Jujuy está mejor preparada para abordar con éxito el desafío de generar empleo genuino. Basta con recordar la capacidad para dejar a nuestras espaldas las crónicas tensiones sociales que imperaron en la provincia hasta 2015, que fueron el resultado de la conjugación de múltiples complejidades económicas y políticas de perfil recurrente. El gobernador Morales y su equipo de gestión, se enfocaron con acierto en la implementación de estrategias para abordar de manera integral esta problemática, logrando efectos superadores. Por esta vía se llegó a visualizar el nuevo horizonte de los jujeños, iluminado por nuevos rubros productivos, sin soslayar los sectores tradicionales del aparato productivo local y regional. Morales asumió el rol de constructor de mejores condiciones de vida y de fundador de un escenario ambiental sustentable y compatible con los desafíos de la economía, garantizando progreso y pacha para legar a las próximas generaciones de jujeños.
Asoma el tiempo de la industria e incorporación de valor agregado a las materias primas producidas en Jujuy y, de su mano, el fomento de proveedores y prestadores de servicios locales, propiciando la gestación de sucesivas etapas evolutivas que conducirán indefectiblemente al desarrollo armónico e integral de los jujeños. A ello se sumarán mejores condiciones de competitividad en el concierto regional y nacional, las cuales serán oportunamente presentadas con el Polo de Desarrollo Jujuy, cuyo lanzamiento está programado para febrero próximo.
En horas hará su arribo 2023 que también depara otros desafíos para el conjunto de los jujeños. Es decir, ratificar un estilo de vida y un modelo de provincia pensado a largo plazo. Será el momento de privilegiar un futuro mejor sobre la postergación y la violencia que siempre quieren volver.