La Quiaca 28 de enero 2021 // En estos momentos, en la ciudad fronteriza, se viven momentos de zozobra, la ciudadanía profundamente preocupada aguarda en vano señales del Intendente; nos referimos a la falta de gestión de Blas Gallardo, quien ante un cuadro sanitario que sus omisiones provocaron, solo atina a ofrecer excusas.
La Quiaca registra 205 casos de COVID activos, con la capacidad hospitalaria al límite, a pesar de los refuerzos (RRHH), ampliaciones y asistencias con las que se dotó al nosocomio local. Gallardo no permitió que el Concejo Deliberante le otorgue herramientas y dispositivos elaborados para afrontar el conflicto sanitario; en su lugar prefirió jugar a las escondidas con los concejales oficialistas Jorge Tejerina, Felisa Nieves y Daniel Flores.
La ciudad vecina de Villazón se encuentra también, en una situación escandalosa en materia de contagios; su curva en ascenso constante, era advertida semanas atrás, pero hubo subestimación en el abordaje territorial por parte del ejecutivo local.
El COE de La Quiaca, encabezado por Gallardo, hoy debe disponer medidas para intentar controlar la situación epidemiológica que se agrava hora tras horas; o buscar asistencia logística en la provincia; recurrir a la nación o ambos pedidos.
Por ahora el Intendente apunta a la prensa por señalar que él es la máxima autoridad y en sus manos se encuentra el destino de la ciudad; una obviedad que incomoda a Gallardo.
Acusa a los Feriantes y Comerciantes porque según su criterio no colaboran, asegura que no gestiona porque está abocado solo a la situación epidemiológica. Los 100 agentes públicos aislados, son otra excusa para justificar la falta de presencia del municipio en el mantenimiento adecuado de los servicios públicos.
El municipio lleva casi un año sin un Director de Deportes señalaron docentes; a pesar que La Quiaca posee un Centro de Alto Rendimiento, la población no accedió a estímulos o practicas (presenciales-remotas) gestionadas con responsabilidad para contribuir a preservar el sistema inmune desde la actividad física.
Gallardo, no va a los medios, evita contribuir a un proceso de concientización porque no es su función “-no soy niñero de nadie” afirmó la única vez que salió como Jefe comunal a intentar un ejercicio de comunicación sensato.
Sin embargo, a pesar de los reproches permanentes a la prensa, los medios aportaron los días sucesivos recomendaciones y sacaron al aire a profesionales de todos los matices; solicitando a la población responsabilidad.
–Aquí el único que se relajó es el Intendente, señalaron desde los medios que se sintieron atacados por Blas Gallardo.