La Quiaca 14 de julio 2021 // Los agentes de tránsito municipales intentan ordenar la circulación, ya que las autoridades nacionales omiten sus obligaciones, por estar oficialmente cerrado el paso.
El contrabando hormiga generó las molestias de los vecinos de los barrios adyacentes al sector comercial, quienes se ven afectados por el flujo del tráfico de mercadería y productos que se trasladan en carritos hacia la ciudad de Villazón.
El incesante movimiento deteriora las calles, así también impide la circulación local, padeciendo algunos vecinos en varias circunstancias maltrato y hasta agresiones por los pasantes, que se oponen a cualquier indicación de respeto o cuidados sugeridas por los residentes locales.
Mientras más sube el dólar, el poder adquisitivo del vecino país precipita mayores volúmenes de compras del lado argentino, el hecho no permite a la Quiaca salir de la tercera ola, a pesar que ambas poblaciones (La Quiaca-Villazón) avanzan en sus agendas de vacunación; nunca el gobierno nacional logró establecer un corredor sanitario.
La Quiaca se ha convertido en puerto seco informal, ya que los volúmenes de materias primas y productos semi industrializadas son copiosos en aspectos comerciales, sobre todo los que sale del país de manera ilegal. Por su parte el comercio formal de exportaciones se realiza con normalidad, desplazándose un promedio de cien camiones diarios hacia el otro lado de la frontera; esto desnuda además de una problemática informal, una enorme oportunidad para establecer un sistema de maquila en la frontera, para agregar valor a los productos primarios argentinos antes que salgan del país.