En una nueva jornada del Mes Belgraniano en la ciudad de La Quiaca, la Plaza Centenario volvió a teñirse de celeste y blanco, esta vez de la mano de los estudiantes de cuarto grado de la Escuela N° 404 “Domitila Cholele”, quienes protagonizaron un emotivo izamiento de bandera en compañía de docentes, familias y autoridades municipales.
Con temperaturas propias del altiplano jujeño, pero con el calor humano del fervor patrio, los alumnos marcharon desde su institución hasta el corazón de la ciudad para cumplir con este acto cívico que, como cada mañana de junio, rinde homenaje al creador de la bandera nacional, el General Manuel Belgrano.
La directora de la institución, Beatriz Abán, expresó su alegría por la participación de la comunidad educativa:
“La verdad que hace frío, pero con el entusiasmo de los chicos y la caminata desde la escuela, se nos pasó. Los alumnos estaban emocionados, repetían ‘¡qué lindo llevar la bandera!’, y ese sentimiento es invaluable”, destacó.

La actividad, organizada en conjunto con el área de Cultura y Rentas de la Municipalidad de La Quiaca, culminó con un desayuno patrio, símbolo de unión y gratitud para con los niños y sus familias. La presencia de los padres y madres fue destacada como fundamental para reforzar el sentido de pertenencia y los valores cívicos que se promueven desde las escuelas.
Abán también adelantó que los alumnos están preparando con entusiasmo la promesa de lealtad a la bandera, que se llevará a cabo la próxima semana tanto en los establecimientos educativos como en un acto conjunto con todas las escuelas primarias de la ciudad, consolidando así una identidad compartida en la comunidad quiacqueña.

Antes de despedirse, la directora envió un afectuoso mensaje por el Día del Padre:
“Deseo que todos los papás —tanto los de los alumnos como los docentes y personal de la escuela— pasen un hermoso domingo lleno de afecto, con sus hijos, sus nietos, rodeados de amor y reconocimiento.”
Con gestos como este, La Quiaca sigue reivindicando su identidad patriótica y fortaleciendo los lazos que unen a las familias, la escuela y la comunidad. Porque allí, en lo alto de la Puna, la patria se honra cada mañana con el corazón caliente, la frente en alto y la bandera en lo más alto del mástil.