El texto, consensuado entre oficialismo y oposición, prevé que en 2032 las partidas destinadas al área representen el 1% del PBI. Pasa al Senado. Una serie de chicanas del oficialismo al final de la sesión desataron la ira de JxC.
La Cámara de Diputados aprobó por 189 votos positivos y dos abstenciones (de los diputados de la izquierda Nicolás Del Caño y Juan Carlos Giordano) un proyecto de ley que prevé el incremento progresivo de las partidas presupuestarias destinadas a la ciencia y tecnología, de modo de alcanzar en el año 2032 el 1% del PBI.
La iniciativa, que ahora deberá ser debatida en el Senado para su sanción definitiva, fue trabajada durante el año pasado en comisiones y consensuada entre el oficialismo y la oposición. Pero el clima armonioso que acompañó el debate de este proyecto se rompió al final, cuando la intervención del diputado kirchnerista Pablo Carro enojó a Juntos por el Cambio.
El proyecto declara de “interés nacional el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de la República Argentina” y tiene por objeto “establecer el incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a la función ciencia y técnica, por su capacidad estratégica para el desarrollo económico, social y ambiental”.
Los fondos deberán destinarse para “promover la federalización del sistema científico-tecnológico”, así como “desarrollar y diversificar la matriz productiva mediante el impulso de políticas de innovación sustentable”.
También, “generar nuevos empleos de calidad”, promover “la formación de profesionales”, incrementar “la infraestructura y equipamiento”, y “propiciar la igualdad real y efectiva de la participación de las mujeres y la población LGTBI+ en todos los niveles y ámbitos del sistema científico-tecnológico”, entre otros objetivos.
La iniciativa prevé un aumento escalonado que será el siguiente: de 0,28% en 2021; 0,31% en 2022; 0,34% en 2023; 0,39% en 2024; 0,45% en 2025; 0,52% en 2026; 0,59% en 2027; 0,68% en 2028; 0,78% en 2029; 0,90% en 2030; 0,95% en 2031; y 1% en 2032.
Asimismo, se establece que “la asignación de recursos para la función ciencia y técnica del presupuesto nacional nunca será inferior, en términos absolutos, a la del presupuesto del año anterior”.
“Se establecerá una distribución de los fondos con criterio federal”, estipula el texto, al tiempo que “se promoverá una consolidación y crecimiento de los sistemas provinciales de ciencia y tecnología e innovación, a partir de la articulación con el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT)”.
Del incremento otorgado anualmente, el 20% deberá repetirse entre todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, y “aplicarse a proyectos que promuevan un desarrollo armónico de las regiones del país, poniendo énfasis en aquellas de menor desarrollo”.
El proyecto indica que el jefe de Gabinete tendrá que remitir anualmente “un informe respecto de la ejecución del presupuesto detallado por jurisdicciones y su grado de cumplimiento a las comisiones de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados, y Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Nación, para su control y seguimiento”.
Finalmente, se señala que se podrán sancionar normas especificas para la participación del sector privado; y se invita a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires a adoptar medidas legislativas similares.
En apoyo a la aprobación del proyecto asistieron a la sesión el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza; la presidenta del CONICET, Ana María Franchi; y el subsecretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia, Pablo Núñez.
El debate
Miembro informante en su carácter de presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, el radical José Luis Riccardo, afirmó que el proyecto es necesario porque “es imprescindible establecer previsibilidad, certezas que aseguren el crecimiento y la expansión de este sistema en toda su complejidad”.
“Como nunca antes toda la humanidad, y todos los argentinos y argentinas, estamos a la expectativa de nuestros científicos para poder derrotar a la pandemia. Los que están en la primera línea y los que están en la retaguardia. Esto nos ha puesto en la necesidad de sostener y fortalecer la ciencia”, expresó.
El legislador puntano enfatizó que “para avanzar en la consolidación del sistema es necesario no solo un aumento inmediato de las fuentes de financiamiento, sino corregir los vaivenes que hemos tenido durante décadas”, porque el área “ha seguido los vaivenes de la economía y un sistema científico no puede funcionar así”.
También, Riccardo explicó que el financiamiento que tiene la ciencia hoy en la Argentina “nos coloca muy por debajo de los países centrales. Tenemos que revertir esta imprevisibilidad y es la decisión política que hemos tomado ambos bloques políticos”.
“Nos va a quedar la tarea de diseñar los instrumentos de ley para apalancar el esfuerzo público”, agregó.
Desde el Frente de Todos, la diputada Claudia Bernazza destacó que el proyecto se vota justo en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y también en la fecha en que la matemática Alicia Dickenstein ganó el 23° Premio Internacional L’Oréal-Unesco “Por las Mujeres en la Ciencia”.
Además, la oficialista resaltó que se debate “en el día en que pedimos justicia por Úrsula (Bahillo)” y asoció que “seguramente el enfoque de género que le hemos dado a este proyecto va a trabajar en favor de todas las Úrsulas y de todas las mujeres que padecen la violencia femicida que definitivamente hay que desterrar de nuestra vida social”.
“Es un enfoque que no solo va a buscar que haya más mujeres en los equipos, en las direcciones de los programas científicos y tecnológicos”, sino que también “va a revisar los temas” y “va a ver qué temas conviene estudiar”, añadió la bonaerense. Además, reivindicó la voluntad política y la actitud del Gobierno por el impulso a la iniciativa, que sostuvo se trata de “un dictamen sin autores o si se quiere con miles de autores y autoras”.
Una de las oradoras del debate fue la radical Brenda Austin, quien celebró que “podamos encontrar un diálogo constructivo” para llegar a esta iniciativa. “Me parece importante que el oficialismo señale con claridad cuál es el camino que buscan”, dijo, al remarcar que para la ciencia y tecnología “no solo hace falta la inversión del sector privado, sino también del público”.
Y agregó la cordobesa que hay que impulsar “el desarrollo de la investigación en las universidades”, porque “nada de esto va a ser posible si no lo hacemos de la mano de la educación”.
A su turno, el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, apuntó que “el financiamiento en ciencia y tecnología argentino no pudo sostener un crecimiento importante” en el tiempo, que ha mostrado “un estancamiento que ronda el medio punto porcentual”.
“Creemos que para insertar la ciencia y la tecnología en la trama de lo que es el desarrollo es preciso que podamos establecer un sistema de relaciones entre lo que es el Gobierno, la estructura productiva y la infraestructura científico-tecnológica. Pero también necesitamos estimular las relaciones recíprocas que pueden existir entre las universidades, las empresas, los gobiernos, los centros de investigación, para lograr si se quiere ese desarrollo basado en el conocimiento, que nos fortalezca como país“, sostuvo el porteño.
La polémica
A su turno, la diputada mendocina Claudia Najul señaló que esta ley “es muchas cosas, pero sobre todo ‘pertinente’”, y advirtió que en el escenario pandémico “todos hemos comprobado la importancia innegable del sector del conocimiento, la tecnología, la innovación. El desarrollo de las vacunas en tiempo récord sin ir más lejos un ejemplo de lo que digo”.
Al final del debate, el diputado Pablo Carro arrancó diciéndole al presidente de la Cámara: “Sepa usted, presidente, que si prospera su proyecto ningún docente universitario va a pagar Ganancias; yo creo que esa es parte de una política de Estado que estamos llevando adelante”.
Pero al concluir su alocución, la emprendió contra Juntos por el Cambio. Fue al anticipar que cerraría “con una cuestión política”: “Se ha dicho que es necesario articular ciencia y técnica con el sector educativo, y se dijo también que el aumento del presupuesto no es una política científica en sí misma. Yo me pregunto, ¿cerrar el Ministerio de Ciencia y Tecnología es una política científica?”.
No contento, recogió una información publicada en un diario del 11 de septiembre de 2018 -tiempos de Cambiemos-, en el que se hacía referencia al recorte de fondos de educación, ciencia y tecnología, y universidades, y el incremento en partidas para la seguridad. “Hay odiadores seriales y quienes vienen a discutir con argumentos. Y sé que muchos diputados y diputadas gustosamente hubieran querido que este proyecto se aprobara durante el Gobierno de Macri, porque este proyecto no depende de voluntades individuales, depende de proyectos colectivos y decisiones políticas”, enfatizó.
Y agregó: “Cuando nosotros primero y la ciudadanía después eligió a Alberto y a Cristina al frente del Gobierno, eligieron que volviéramos a tener Ministerio de Ciencia y Tecnología, y decidieron que esas fueran políticas de Estado para nuestro país, porque la soberanía del conocimiento es una de las claves para sacar este país adelante”.
Carro cerró su intervención afirmando que se había “formado una pareja”, asegurando que “Claudia Bernazza y Roberto Salvarezza han hecho posible que estemos aprobando este proyecto de ley”, y agradeció “a nuestra fuerza política y nuestro Gobierno que han hecho posible esto”.
El embate final no cayó bien en las huestes de Juntos por el Cambio. Así lo expresó el diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro, quien le aclaró al presidente de la Cámara que “no vamos a registrar” los votos, y tendría que preguntarles Sergio Massa a viva voz a cada integrante de ese interbloque el sentido de su voto. “Para que quede claro al bloque oficialista que también estamos dispuestos a acompañar en esta materia y que el avance y el incremento del presupuesto no es una cuestión de unos y otros, o ellos se ccreen los dueños de la verdad y la tecnología e innovación en la Argentina”.
Graciela Camaño pidió la palabra para expresar que le parecía “arbitraria e injusta la decisión y el manipuleo de la votación que está haciendo el frente Cambiemos”. Les pidió que revieran esa actitud, porque “más allá de la pelea que tienen con el oficialismo, habemos otros diputados que no tenemos nada que ver con esa pelea y nos gustaría que el sistema no sea manipulado para este tipo de cuestiones”.
Pero era una decisión tomada, como lo dejó claro luego Cristian Ritondo, que le señaló al oficialismo que en ese tipo de sesiones en las que se hace necesaria la construcción de consensos “las chicanas no sirven”. Y agregó que “son chicanas absurdas, estúpidas que para lo único que sirve es para seguir dividiendo a los argentinos… Mire, nosotros votamos positivo porque creemos que es posible para la Argentina, no porque ningún tarado nos quiera llevar por delante… Mi voto es positivo”.
Y así, uno por uno de los diputados de JxC y a viva voz, fue emitiendo su voto.