Por Narciso Isa Conde // Más allá de lo grotescamente teatral del nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ese proyecto enlatado corresponde a una fase de ultracolonización de nuestra América, a cargo de EE. UU. y del poder imperialista supranacional; a contracorriente de nuestra nueva independencia y el derecho a vivir dignamente.
Argentina tiene un siglo de actividad en la producción de oro, plata, plomo, aluminio y cobre. Barrick Gold explota actualmente el oro de los glaciares, un crimen ecológico de gran magnitud.
La creciente demanda mundial de litio y silicio le imprimen a ese país suramericano un nuevo nivel en la demanda voraz de las corporaciones mineras vinculadas a la microelectrónica, la informática, la automovilística eléctrica y la industria aeroespacial.
En el año 2019, las exportaciones del sector minero metalífero alcanzaron los USD5.106 millones, representando un 7,8 % del total de las exportaciones argentinas. La mayor venta al exterior fue de oro y plata, con una participación de un 55,6 % del total, la siderurgia con 22 %, aluminio 16 %, litio 3,6 %, plomo 1,9 % y otros 0.9 por ciento.
Argentina ocupó el cuarto lugar mundial en litio, el noveno en plata, el décimo séptimo en oro y el séptimo en boro. Se trata ahora de elevar la parada al litio y al silicio dentro de un tono oneroso privatizador y desnacionalizador de altísimo vuelo.
La felicitación del magnate de Tesla, dueño de una poderosa industria aeroespacial y de comunicación, Elon Musk, al engendro neofascista Javier Milei, no es un simple formalismo. La señal procede del centro del Estado Profundo Mundial y se dirige al escogido por su laboratorio mercadológico, quien contó con su ilimitado financiamiento y la perversidad de su dictadura mediática.
Musk va en grande detrás del litio latinocaribeño después del su fracasado golpe de Estado en Bolivia. Argentina es su nueva estación a partir de ese atraco electoral.
Milei no es solo un fascista de nuevo tipo, ultraneoliberal, auspiciador del saqueo al patrimonio público y natural de esa nación… Milei fue el rabioso escogido para ascender vertiginosamente explotando la desesperación, la banalidad y la ignorancia juveniles inducidas por décadas; volcándolas solo contra la acumulación de fullerías del partidismo tradicional properonista, exculpando al gran capital privado gansterizado.
Precisamente por lo útil de su histeria esquizoide, teatral o real, y por sus confesos vínculos con el magnate Macri y otras similares, fue escogido como instrumento presidencial de una nueva etapa ultra neoliberal y ultrarecolonizadora, para servir a las elites capitalista que dominan la Argentina y gran parte del mundo. A Musk le encantan tales atributos personales.