La Escuela de Frontera N° 1 de La Quiaca conmemora un nuevo aniversario en el marco del Día de las Escuelas de Frontera, reafirmando su rol fundamental en la educación de niños y niñas de la región. Esta institución, que opera en jornada completa y con servicio de comedor, alberga a una comunidad estudiantil diversa, donde el 60% de los alumnos provienen del vecino país de Bolivia, específicamente de la localidad de Villazón.
El director de la escuela, Enrique Albornoz, destacó la importancia histórica de este tipo de establecimientos creados para garantizar el acceso a la educación en zonas fronterizas. “Uno de los objetivos fue albergar y garantizar el derecho a la educación para todos los niños, sin importar su origen”, explicó, remarcando el espíritu integrador de la escuela.

La labor docente en este contexto presenta un desafío particular: convergen distintas culturas, costumbres y tradiciones, lo que obliga a los educadores a adaptar sus metodologías para preservar la identidad cultural de los alumnos mientras enriquecen su formación. “El maestro debe encontrar el equilibrio para que el chico no pierda sus raíces, pero al mismo tiempo fortalezca su aprendizaje”, señaló Albornoz.
Además de su función educativa, la escuela cumple un rol social clave, brindando alimentación a sus estudiantes y asegurando un espacio de contención en una de las regiones más inhóspitas del país. Sin embargo, la institución también enfrenta dificultades, como la reciente interrupción en el suministro de agua, lo que ha obligado a reorganizar la jornada escolar. “Estamos viendo cómo garantizar la higiene y la elaboración de los alimentos para no afectar a los chicos”, explicó el director.
A pesar de los desafíos, la Escuela de Frontera N° 1 sigue siendo un emblema del compromiso con la educación en la región, demostrando que, aún en las condiciones más adversas, la enseñanza sigue siendo el camino para el progreso.