La Quiaca continúa afirmándose como un destino turístico clave del norte argentino, no solo por su ubicación geográfica en el extremo del país, sino por el profundo sentido de hospitalidad que transmite a cada visitante. Esta semana, la ciudad recibió con los brazos abiertos a dos turistas provenientes de la localidad de General Fernández Oro, en el Alto Valle de Río Negro, quienes quedaron gratamente sorprendidos por la atención, el entorno natural y la experiencia vivida en el mítico Pórtico Norte.
Susana, una de las viajeras, expresó con entusiasmo: “Llegamos con muchas expectativas, pero la verdad es que la amabilidad y la calidez de la gente nos sorprendió aún más. Desde el taxista hasta quienes nos atendieron en el restaurante, todos nos hicieron sentir como en casa”. La turista, que también trabaja en la municipalidad de su ciudad de origen, aprovechó la ocasión para invitar a los quiaqueños a conocer la región rionegrina. “Están todos invitados a visitar el Alto Valle de Río Negro y Neuquén”, señaló.
Matías, su compañero de viaje, también compartió su asombro por el entorno y el trato recibido. “Es la primera vez que vengo y estoy muy contento. Ya probé la coca y estoy descubriendo los efectos de la altura. El mate cambia un poquito el sabor, pero sigue siendo infaltable”, relató entre risas.
Ambos coincidieron en destacar que La Quiaca era un punto obligado en su recorrido por el norte argentino, y aunque su estadía fue breve, aseguraron que se llevan recuerdos imborrables. “Nos vamos encantados. Esta ciudad tiene un espíritu único, y eso se siente en cada rincón”, concluyeron.
Con visitantes que llegan desde los extremos del país, La Quiaca reafirma su posición como faro turístico del norte, donde la historia, la identidad y la calidez humana se conjugan para brindar una experiencia única e inolvidable.