Palabras del intendente Dante Velázquez
Con voz firme y mirada estratégica, el intendente de La Quiaca, Dante Velázquez, dio apertura oficial a la comisión binacional del Agua, un hito sin precedentes en el noroeste argentino. Desde el corazón de la frontera, frente a autoridades de Bolivia, de la provincia de Jujuy y referentes de organismos internacionales, Velázquez planteó una visión integradora y audaz: transformar el agua en el nuevo eje de justicia social, soberanía y desarrollo sustentable para los pueblos fronterizos.

“El agua es el hilo invisible que une nuestras historias, nuestras luchas y nuestros futuros”, sentenció, apelando no sólo al valor simbólico del recurso, sino a su dimensión concreta como motor de oportunidades, inclusión, ordenamiento territorial y gobernanza moderna.
El jefe comunal recordó que La Quiaca —junto a Villazón— ha sido históricamente centro de postas, comercio, rutas ancestrales y migración. “No somos periferia de nada, estamos en el centro de la Sudamérica profunda. La Quiaca es la puerta norte de Argentina y la entrada sur de Bolivia. No podemos seguir siendo espectadores del destino que otros definen desde lejos”.
Velázquez advirtió sobre la urgencia de actuar con decisión en el marco de la cuenca alta del Río Pilcomayo, cuyas alteraciones por el cambio climático, la contaminación cloacal, la descoordinación institucional y la falta de planificación integral ya afectan a cientos de comunidades rurales en ambos lados de la frontera.
De la denuncia al diseño estratégico
En su exposición, el intendente repasó episodios históricos en los que las comunidades locales quedaron fuera de decisiones claves sobre sus propios territorios. “No más diagnósticos de diagnósticos. No más actas vacías. Es hora de que los pueblos se sienten a decidir y a trazar su propio plan maestro de desarrollo con el agua como epicentro”, sentenció, con énfasis en que esta mesa debe tener continuidad, estructura institucional y respaldo técnico real.
Velázquez detalló que La Quiaca ya cuenta con un Plan Estratégico Extraterritorial, que fue presentado ante entidades como el Banco Mundial, la Unión Europea y la CAF. En él se incluyen proyectos de desagües pluviales, monitoreo ambiental y fortalecimiento de capacidades locales. Destacó que este compromiso político, técnico y humano fue sostenido incluso tras las devastadoras lluvias del 22 de octubre de 2022, cuando el agua arrasó parte de la ciudad y puso en evidencia la fragilidad estructural del sistema hídrico local.
Una bandera trinacional para el desarrollo
La mesa trinacional, según describió, debe consolidarse como una Comisión Binacional permanente que articule con Cancillerías, universidades, gobiernos provinciales y comunales, pero sobre todo con las voces de las comunidades indígenas, productores, mujeres jefas de hogar y jóvenes. “La integración no puede ser un protocolo. Debe ser una herramienta transformadora. Y el agua, nuestro punto de partida.”
Finalmente, Velázquez convocó a dejar atrás los enfoques aislados. “Brasil y Chile ya firmaron sus tratados de conectividad logística. Nosotros no podemos quedarnos atrás. Lo que pasa con el agua tiene que ver con todo: migraciones, narcotráfico, producción, transporte, geopolítica, juventud. El que no lo ve, no está entendiendo el mundo que viene.”
La ciudad de La Quiaca, con su compromiso ambiental, su apertura al diálogo y su anclaje territorial, reafirma su liderazgo como enclave estratégico de la integración sudamericana.