La Quiaca continúa consolidándose como un faro turístico del norte argentino. Este fin de semana, un nuevo contingente de visitantes provenientes de San Luis y Mendoza arribó al Pórtico Norte, cautivado por la hospitalidad, el patrimonio cultural y el encanto paisajístico de nuestra ciudad. La comitiva, guiada por el técnico superior en turismo José Carrizo y coordinada por la experimentada Estela, quedó maravillada con cada rincón de La Quiaca, que una vez más se presentó como destino elegido y entrañable.
La coordinadora del grupo, visiblemente emocionada, expresó:
“Muy contentos de estar nuevamente en La Quiaca. Hace muy poquito vinimos con otro grupo y hoy volvemos. Y vamos a seguir regresando siempre. La recepción de la gente es espectacular, su cordialidad nos deslumbra”.
Estela destacó, además, los aspectos que más impactan al turista del centro del país: la altura, que obliga a moverse con más lentitud; el mantenimiento de tradiciones culturales y gastronómicas; y el orgullo con que los quiaqueños conservan su identidad.
“Nos fascina ver cómo se conservan las costumbres, la ropa típica de las mujeres, sus faldas de colores, su fortaleza frente al clima. Observarlas es un privilegio y una enseñanza”, relató.
El grupo quedó impactado también por la limpieza y el orden urbano. Lejos de ser una ciudad desbordada por el paso internacional, La Quiaca ofrece un modelo de urbanismo cuidado, algo que sorprendió a los turistas.
“Es impresionante cómo mantienen todo limpio, ordenado. No lo esperábamos en una ciudad de frontera. Eso habla del compromiso de la comunidad”, sostuvo la coordinadora.
Con vistas al futuro, Estela anticipó que planean una estadía más prolongada en próximas visitas, con el objetivo de explorar Yavi y los atractivos turísticos regionales. “En contacto con la Secretaría de Turismo, queremos conocer toda la zona. La Quiaca es un punto clave para fomentar el turismo nacional desde lo auténtico, desde lo profundo”, aseguró.
Para cerrar, celebró el compromiso de sus pasajeros con la cultura local y la conducta ejemplar durante toda la estadía. “Mis pasajeras saben que hay que respetar al lugar, a su gente y a sus tradiciones. Vienen a aprender, no a imponer. Por eso elegimos La Quiaca”.
La ciudad fronteriza, recientemente declarada Municipio Turístico, se afirma como punto estratégico del turismo cultural y patrimonial argentino, siendo no solo un portal hacia Bolivia, sino también un destino que enamora con identidad propia, historia viva y un pueblo que acoge con el corazón.