Por Nicolás Eisler // “La Ciudad no tiene una política de generación de vivienda para la clase media y los sectores populares. Cada vez que pusieron terrenos en venta fue para desarrollos ABC1”, asegura Santiago Maggiotti. El ministro de vivienda viene de una familia donde se hablaba más de política que de fútbol. Su padre y su madre fueron intendentes de Navarro en los ’90 y él mísmo repitió la historia: en 2011 asumió la conducción del partido bonaerense y fue reelecto en dos oportunidades. En 2020 pidió licencia, desembarcó en Desarrollo Territorial y Hábitat y a fines del año pasado reemplazó como ministro a Jorge Ferraresi al frente del Ministerio.
-Navarro tiene una fuerte impronta agrícola ganadera. Ya pasaron muchos años desde el conflicto con el campo. ¿Cómo se vive hoy esa pelea?
-Navarro fue históricamente fue radical. El peronismo vuelve al gobierno en el año 91, después de más de 40 años de radicalismo. Desde la recuperación de la democracia estuvieron mitad y mitad.
En la discusión del campo en el 2009 yo era concejal y fue un momento complejo en la discusión y sobre todos los pueblos, donde son todos conocidos. La rotonda de la Ruta 41, que es la que une Castelli con Areco y Campana era el lugar del piquete del campo. En la memoria lo tenemos fresco, pero en la cotidianeidad somos todos vecinos. Navarro tiene 163 mil hectáreas, de las cuales 147 mil son productivas. Es la capital provincial del Tambo.
-¿Hace menos de un mes el Gobierno entregó la vivienda número 100 mil de la gestión. ¿Cuántas más van a entregar hasta el final del mandato?
-Nosotros creemos que vamos de acá a fin del mandato van a ser 50 mil llaves más. Tenemos casi 140 mil en construcción, con diferentes grados de avance contando los diferentes programas que tiene nuestro Ministerio. Son el Casa propia, los desarrollos urbanísticos del Procrear, los créditos de construcción, el Reconstruir y las viviendas que se generan con el Fondo Nacional de la Vivienda, con el Plan Nacional de Vivienda.
-¿Cuántas de esas 100 mil viviendas que entregaron hasta ahora las había comenzado el macrismo? ¿En qué estado las encontraron?
-Todos los desarrollos urbanísticos del Procrear fueron de la época de Cristina. Dentro de las 100 mil viviendas entregadas durante esta gestión hay más de 10 mil que se iniciaron en la época de Cristina presidenta. Tenemos casi 4 mil unidades que habían quedado paralizadas a ese momento y hay casi 4000 más que son del programa Casa Propia, que comenzaron en nuestro período de gobierno actual. Hay casi 40 mil que son del programa de crédito de construcción que se llevan adelante a tasa cero ajustados por salario, que son con presupuesto de nuestro Ministerio.
-¿Cuántas familias se calcula que tienen problemas habitacionales en Argentina? ¿Cuántas viviendas harían falta para resolver ese déficit?
-Se estima que son alrededor de 2,5 millones de familias que tienen problemas de vivienda. Ahí están incluidos todos los sectores sociales. De barrios populares a inquilinos que demandan vivienda.
Esta política pública debe continuar en el tiempo. Nosotros construimos desde el Estado 100 mil viviendas y logramos generar una política para que el sistema financiero pueda dar créditos hipotecarios ajustables por salarios, no con fórmula UVA. Así en 15 o 20 años quedaría saldado el tema habitacional de la Argentina.
Hoy venimos trabajando con nueve provincias que están impulsando leyes para para poder planificar el ordenamiento territorial y para poder planificar suelo urbano. Creemos que la vivienda comienza a desarrollarse a partir del lote con servicio.
Aspiramos a que a partir del año próximo haya 100 mil lotes con servicios disponibles por año, del gobierno provincial, del gobierno municipal y en tierra el Estado nacional. Pero si a eso le sumamos los lotes que pueden tener los privados, podría acotarse la cantidad de tiempo que necesitamos para saldar el tema habitacional de nuestro país.
-Esto siempre va a depender de la voluntad del gobierno que asuma.
–Eso va a depender de la importancia que cada gobierno le da a la vivienda. El derecho al acceso a la vivienda está establecido en la Constitución. Desde la vivienda para los trabajadores de la época de Perón, cada vez que gobierna el peronismo es una política pública.
Para la gestión anterior, que la vivienda no fue una prioridad y que planteaban que el tema de vivienda lo tenía que solucionar el mercado. Y nosotros sabemos que el mercado lo único que busca el privado, el sector privado de rentabilidad económica y el Estado tiene una rentabilidad social. Sabemos cómo le fue a aquellos que tomaron un crédito con esa fórmula que favorecía el mercado. La política pública de vivienda tiene que estar garantizada y tiene que continuar sin importar qué Gobierno venga y que el Estado es el que tiene que garantizar el acceso, ya sea el crédito o la construcción de vivienda.
-Hace poco entregaron viviendas del Procrear en la Estación Buenos Aires. La Ciudad, a pesar de ser uno de los distritos más ricos del país, tiene grandes problemas habitacionales. Se calcula que el 40% de las familias alquila y hay más de 300 mil personas en barrios populares. ¿Hubo charlas para avanzar en proyectos de vivienda?
-La Ciudad no tiene una política de generación de vivienda para los trabajadores, me refiero tanto a la clase media como a los sectores populares. Cada vez que hubo tierra del Estado nacional o municipal, se la utilizó para que los privados hicieran negocios para un público ABC1. Y construyeron departamentos que no puede acceder una familia de clase media.
Nosotros en Estación Buenos Aires y Estación Saénz tenemos casi 3000 viviendas que fueron compradas por profesores, jóvenes, profesionales, hay docentes, hay enfermeras y médicos. Casi todos los desarrollos urbanísticos se construyeron en tierras nacionales y fueron proyectados por Nación.
Para que nosotros podemos construir vivienda tiene que estar la decisión política de los gobiernos locales de presentarnos lotes con servicios para que nosotros podamos financiar la construcción de vivienda. Y esa voluntad no está en el gobierno de la Ciudad.
-En la Argentina hay más 5000 asentamientos, 52 están en la ciudad de Buenos Aires y hay 1800 en la Provincia, 400 en Rosario y otros tantos en el noreste y noroeste. Existen dos grandes demandas, una es de la clase media y otra de los barrios populares. ¿Cómo se hace para conjugarlas?
-Lo que tiene que ver con barrios populares hay un área específica que es la SISU donde se trabaja desde el Ministerio de Desarrollo Social. Desde nuestro ministerio trabajamos con las provincias en lo que tiene que ver con llegar con servicios, con acceso, con cloacas, con iluminación, con agua potable, con pluviales, con edificios públicos, a través de los fondos internacionales, ya sean del BID, del Banco Mundial, del BID, del Fonplata. Trabajamos con cada provincia para poder mejorar el hábitat en barrios populares.
-¿Qué proyectos tienen?
En Rosario estamos trabajando con el Banco Mundial, estamos trabajando en Mendoza, estamos trabajando en Corrientes, estamos trabajando en Salta. En provincia de Buenos Aires, por supuesto, estamos trabajando en Chaco también. En la mayoría de las provincias estamos desarrollando o planificando. O terminamos algún programa con fondos internacionales para para barrios populares o estamos trabajando para comenzar con obras de saneamiento y con obra infraestructura básica.
Empezamos a trabajar para modificar los requisitos de los fondos internacionales. Buscamos que nos permitan no solamente ir a un barrio popular a urbanizar, sino también ir planificar. Cuando el Estado no participa en la planificación lo común en Argentina es que los ricos vayan a barrios cerrados, aunque no tengan papeles, y que los más humildes vayan a la vera de los arroyos o a la orilla de la vía. Por eso planificamos para los nuevos préstamos nos permitan trabajar en barrios populares, pero también que nos permita planificar normalmente en las tierras aledañas la planificación de lote ya con servicio.
-Vuelve a hablarse de Cristina sea candidata. ¿Es una posibilidad?
-Yo creo lo que Cristina dice, porque hace lo que dice. Y ha sido siempre así. Ella dijo que no iba a ser candidata porque, interpreté yo, entendía que la proscripción judicial iba a llegar al día siguiente a la que fuese candidata tal como sucedió con Lula en Brasil.
Cristina pidió que cada uno agarre el bastón de Mariscal y se ponga a militar y a trabajar para para llegar a la elección de este año de la mejor manera. Yo creo que el próximo presidente va a ser de Frente de Todos. Aunque sabemos que hoy estamos en un momento complicado, el único que garantiza poder seguir mejorando la realidad de nuestro país es el Frente de Todos.
Cambiemos el mismo Cambiemos que estuvo gobernando hasta hace tres años y medio. Es el Cambiemos que logró tener los índices más altos de desempleo, caída en la actividad económica, tarifazos, cierre de pymes. Fue un gobierno para pocos, un gobierno para los amigos. Los liderazgos en Argentina están en crisis, pero claramente yo creo que va a ser alguien de nuestro espacio quien tenga que liderar los próximos años la gestión del gobierno.
-Jorge Ferraresi dijo que Sergio Massa había asumido el día anterior a aquel gobierno si tuviera que ir en helicóptero. ¿Coincide? ¿Le parece que puede ser candidato con los niveles de inflación que hay hoy en día?
-Creo que Sergio asumió en un momento complejo de la Argentina. El acuerdo de Cambiemos con el FMI fue la peor catástrofe del siglo para nuestro país. Asumimos con esa catástrofe. Al poquito tiempo tuvimos la pandemia. Cuando empezamos a recuperarnos, y lo digo con todo el dolor por las personas que hay que fallecieron por esa pandemia, vino la guerra. En los últimos años las guerras eran entre un país del norte contra un país petrolero. Esta guerra fue entre un país generador de energía y un país generador de alimentos. Afectó fuertemente al mundo y provocó que suban los precios de la energía y de las materias primas en particular con todo lo que afecta a nuestro país. Y después de eso, una sequía. La realidad es que el equipo económico está haciendo un esfuerzo enorme para acomodar la situación. Es difícil, sobre todo en un país donde la remarcación de precios por parte de los empresarios formadores de precios está más cerca que el vaso de agua.
La Argentina tiene una historia de 30 años de inflación. Gracias a dios durante los gobiernos peronistas siempre hay discusiones paritarias para tratar de equiparar los salarios a la inflación. Esto no pasa en el resto, en el resto del mundo.
-¿Piensa que el candidato del Frente de Todos se elegirá con Paso o habrá un candidato único?
-En 2019 Cristina eligió a Alberto como candidato y Sergio Massa fue parte de esa charla. Ellos tres tienen que volver a juntarse para definir la mejor estrategia. Cualquiera de las dos opciones es buena.
Cuando era intendente trabajábamos para que el hijo del peón rural pudiera tener acceso a la educación, pudiera estudiar y el día de mañana pueda competir en los puestos laborales con los hijos de los dueños del campo. Tratamos de garantizar esa igualdad de oportunidades. No para que el hijo o la hija de un empleado doméstico sea el o la empleada doméstica de los hijos del patrón actual. Buscamos generar las condiciones para que pueda decidir. ¿Puede serlo? Sí. ¿Y es digno? Sí. Pero si quiere crecer y quiere ver otra posibilidad, tiene que estar el Estado que le dé la posibilidad de estudiar, que le dé la posibilidad de formarse y que le dé la posibilidad de salir a competir por un puesto gerencial en cualquier empresa.
-¿Contempla el escenario de un peronismo tercero en las elecciones presidenciales?
-No lo contemplo. Creo que el peronismo va a ganar la elección provincial y la nacional. Yo creo que ahí lo que hay es un enojo. Y nunca en la vida es bueno tomar una decisión enojado. Milei representa ese voto bronca. Pero la realidad que un nunca toma en buena decisión enojado. Hay que hacerlo con la cabeza fría y yo creo que el tiempo va a permitir que eso ocurra.
Los argentinos son reflexivos, a la hora de votar van a pensar con quién van a estar mejor. En la previa miran a Milei, que propone algo anárquico, porque nos dice que va a hacer un montón de cosas, pero después no puede justificar cómo la va a hacer.
Por un lado te dice que hay que prender fuego el Banco Central y por otro cuando el en Suiza o EEUU el Estado rescata a los bancos, Milei saca tuits felicitando la acción de los dos países. Entonces, una cosa es lo que dice y otra cosa es lo que después practicable, irrealizable.
-Se decía en 2015 que el kirchnerismo tenía el plan de refugiarse en la provincia de Buenos Aires y dejar de correr la elección nacional, ¿existe una idea similar ahora?
-En 2015 trabajamos para ganar la Nación y la Provincia. Lo que me quedó claro que cuando perdimos la Provincia perdimos la Nación. Hoy todo el Frente está trabajando para para ir con los mejores candidatos, para tratar de seguir gobernando la Nación y, por supuesto, también ganar en la provincia Buenos Aires.
-Habló de la pandemia, de la guerra, del préstamo con el FMI. Más allá de eso, ¿tiene cierta desilusión con lo que fue el gobierno de Alberto Fernández?
-No tengo desilusión. Cuando la gente votó en 2019 al Frente de Todos lo hizo porque con Cambiemos caía el empleo. Porque cerraban industrias y querían que se abrieran, porque no había actividad económica y sí tarifazos. También porque había inflación y porque había una economía que no funcionaba.
Muchas de esas cuestiones se fueron acomodando. Tenemos un país con crecimiento económico, tenemos un país con crecimiento en el empleo, con más Pymes, con más inversión en Pymes, con nuevas Pymes que se inauguraron durante este período del gobierno y también con algunas que ampliaron su capacidad de producción.Se contuvo la cuestión tarifaria. Se realizó obra pública que le cambia la calidad de vida a la gente. Hay programas de acceso a la vivienda.
-Sin embargo la inflación está al tope de la lista de demandas.
-Claramente la inflación es lo que más nos está costando. Cuando uno define el voto a un gobierno lo hace por varias cuestiones. Hoy la gente está enojada por la inflación, pero cuando voten van a analizar todo el cuadro. ¿Quiénes son los que vienen con nuevas propuestas? ¿Son los mismos decían que iban a traer más y mejor trabajo? ¿Son los mismos que decían que todos los ciudadanos íbamos a dejar de pagar el impuesto a las ganancias? ¿que todos los ciudadanos iban a ser de primera? Hace muy poquito tiempo que ocurrió eso. Y vienen los mismos con la misma receta que sabemos que fracasó en la Argentina.
Cuando el ciudadano se ponga a evaluar, va a encontrar un montón de defectos o de cuestiones que no resolvimos. Pero también va a encontrar que hay un montón de situaciones que están resueltas. Cómo se trabajó en la pandemia, cómo el Estado se puso al frente. Cómo se trabaja en la posibilidad de acceso a la salud, cómo se generó empleo, con la obra pública, con las viviendas. O cómo se motorizó la economía, cómo se generaron oportunidades laborales y educativas en todo el país.
Nuestro proyecto político es el que puede mejorar la calidad de vida de la gente, entendiendo que hoy estamos en un problema. Cuando un es funcionario es muy lindo cortar una cinta o inaugurar una obra. Pero cuando hay un problema también sos funcionario y tenés que estar al lado de la gente. En el Frente todos ponemos siempre la cara y estamos en los éxitos, en los problemas y cuando tenemos crisis.